Conflictos en la aulas
Este tema, se abarca desde la lectura del artículo de Raquel Sastre, en El Diario de Valladolid "El 40% del alumnado conflictivo, se concentra en 30 de los 1.112 colegios"
Solemos ver películas de
adolescentes en los institutos, que planean alguna argucia contra el profesor,
el poder establecido, a modo de rebeldía. En estas películas, aparecer un “superprofesor”,
o algún hecho significativo, para que los alumnos rebeldes y conflictivos encarrilen sus vidas.
Pero, normalmente los problemas con
los que nos encontramos en las aulas no son tanto como los del las películas,
los problemas suelen ser por ejemplo: alumnos que están por obligación en la
escuela sin que nada les interese, que los problemas de aprendizaje de algún
alumno sean motivo de burla, así como el físico, que aparezcan casos de
bullyng, que se insulten en el aula entre ellos o incluso al profesor, que
copien en un examen, que graben las clases…
Por supuesto, cabría matizar que
esto no ocurre en todos los centros, y mucho menos en todas las aulas, pero
estos son problemas con los que un docente puede enfrentarse en el aula, y con
los que, a pesar de no haber sido formado para ello, debe identificarlos, actuar
y erradicarlos.
Imaginemos, un caso, yo, como futura profesora de una
asignatura, (contando con que no fuera tutora), noto en la clase, que
cuando pregunto a cierto alumno un grupo se ríe, cuchichean, el alumno se pone nervioso y dice que “no
sabe” a todo lo que se le pregunta, aunque sus exámenes sean de sobresaliente,
en clase no contesta a nada.
Es muy posible que estés siendo
testigo de un caso de bullyng. ¿Qué hago?
En primer lugar yo hablaría con el
tutor de la clase, para saber si en tutoría también ah notado algo, o para
informarle. En segundo lugar, hablaría con el resto de profesores para saber si
este comportamiento se repite en el resto de las clases. Una vez identificado
el problema, se acude al departamento de orientación, para saber cómo actuar de
manera rápida y poco llamativa, para que el alumno no sufra.
Se plantean ideas, para trabajar en
el aula, y además se comunica a los padres , para conocer su punto de vista,
avisarles y ayudarles a orientar a su hijo.
Conviene que el alumno sepa que
tiene a su disposición profesores, y personal que puede ayudarle , que no está
solo.
Alguna de las ayudas que proponen
muchos programas contra el bullyng es hacer alguna actividad en clase como por
ejemplo un role-playing, en el que alguno
que se ríe de este alumno hace el papel de Góngora, y el alumno del que se ríen
hace de Quevedo recitando por ejemplo aquel famoso “Érase un hombre a una nariz
pegada” para que los papeles se cambien y el supuesto acosador sepa lo que se
siente cuando se ríen de él.
Como
profesores de una asignatura podemos detectarlo y actuar a pequeña escala, y es
en la tutoría donde se debe conocer el problema y actuar rápidamente.
Me
gustaría acabar este tema con una frase de Benjamin Franklin que me parece que
viene al caso:
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo
aprendo”.
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